lunes, 24 de marzo de 2014

Para acompañar la sexualidad de las niñas I

Ilustración de "Nat y el secreto de Eleanora", de Anik Le Ray y Rébecca Dautremer


La manera de acompañar a nuestras hijas e hijos en el desarrollo de su sexualidad es una cuestión que para muchas madres y padres no es fácil, porque nos confronta tanto con los tabús que sobre la sexualidad existen a nivel social como con los tabús que nosotros mismos tenemos consciente o inconscientemente. 

Si nos observamos, lo vemos en nuestras reacciones ante las muestras que nuestros hijos empiezan a dar a partir de los tres o cuatro años de edad, o a partir del momento en el que empiezan a descubrir su cuerpo. Ese descubrimiento suele ser al natural y al descubierto, y por supuesto sin tener en cuenta lo que a los adultos nos puede resultar chocante. 

Personalmente, creo que para acompañar el desarrollo de una sexualidad sana, es necesario que el adulto tenga a su vez una relación no tóxica con su propio cuerpo y su propia sexualidad. Puede ser que demos por sentado que así es, pero puede también suceder que en algún recodo de la sombra haya múltiples cuestiones que ni nos hayamos atrevido a mirar. 

Sin entrar ahora en temas relacionados con el placer erótico, uno de los momentos que más nos confronta con nuestra naturaleza sexual de una manera simple y llana es la llegada de la menstruación en el caso de las niñas. Es una relación directa con el cuerpo y que puede mostrarse y explicarse de manera gradual a través de la experiencia de la mamá. Es, a su vez, un rito de paso con el que la niña entra en una nueva fase de su vida donde toma una conciencia mayor de los procesos internos de su cuerpo. 

Para las familias con niñas, os aconsejo un par de libros para tratar estos temas con ellas:

1) El libro rojo de las niñas, de Cristina Romero Miralles y Francis Marín:

2) El tesoro de Lilith, de Carla Trepat. 

¡Que los disfrutéis!


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